El Estudio comparativo de cultura y desarrollo en Iberoamérica (2017) ha sido elaborado a partir de la recomendación realizada por los Ministros de Cultura a la OEI en el contexto de la XVII Conferencia Iberoamericana de Cultura celebrada en Ciudad México en 2014. Para llevar adelante esta investigación, el trabajo tuvo como principio la interlocución y participación activa con los ministerios de Cultura, institutos, consejos e instituciones responsables en la materia. 

El Estudio comparativo de cultura y desarrollo en Iberoamérica pretende contribuir a los debates contemporáneos respecto al espacio cultural iberoamericano y las reflexiones sobre el desarrollo de las políticas culturales respecto a las economías creativas y culturales de cada uno de los países.

El presente estudio se enmarca en la constante preocupación de la OEI por generar información y conocimiento en el ámbito cultural Iberoamericano, que se ha traducido en iniciativas como el Observatorio Iberoamericano de Cultura (2014) y el Estudio Cultura y Desarrollo Económico en Iberoamérica (2014).

Veinte países participaron en la elaboración de este documento, mediante la remisión de sus respectivas encuestas, entrevistas en profundidad con destacados especialistas brindadas al equipo técnico y la presentación de sus propios documentos de trabajo con focos analíticos en sus particularidades nacionales.

Introducción

Esta sección presenta gráficamente una aproximación general sobre el potencial económico de las Industrias Culturales y Creativas (ICC), las políticas culturales orientadas a su desarrollo y la institucionalidad en Iberoamérica. Asimismo, se presentan algunos de los nuevos modelos de negocio generados por el uso de las TIC.

La cultura se ha ido incorporando paulatinamente a procesos de producción sofisticados, a cadenas productivas complejas y a la circulación de gran escala de distintos mercados. No debe sorprender pues, que las ICC generen miles de empleos y movilicen una cantidad cada vez mayor de recursos. Así, de acuerdo con la UNESCO, la producción de las ICC contribuye en torno al 7% del PIB mundial.

En los últimos años, se han incrementado los esfuerzos para medir el impacto de las ICC en la economía, así destacan los trabajos de diversos organismos internacionales como la OEI, la Unesco, el BID, entre otros; así como también de las instituciones públicas, centros de investigación y universidades. Un estudio que permite entender el panorama global de las ICC por bloques geográficos es el elaborado por Ernst and Young (EY) (2015), ya que estima el impacto de las ICC en la producción total de la economía y empleo. Dicho estudio señala que las ICC generaron ingresos por un valor de 2 250 mil millones de dólares estadounidenses (3% del PBI mundial) y crearon 29,5 millones de puestos de trabajo durante 2013.

 

De acuerdo con dicho estudio, los países de América Latina y el Caribe son aún un mercado pequeño con relación al resto del mundo, pero con gran potencial de crecimiento6. Así, las ICC generaron ingresos por 124 mil millones de dólares estadounidenses (6% de los ingresos totales producidos por las ICC en el mundo), crearon 1,9 millones de empleos (7% del empleo total de las ICC en el mundo) en 2013 y las exportaciones de bienes culturales representaron tan solo 1,2% de las exportaciones totales del mundo (2,6 millones de dólares estadounidenses en 2013). Este contexto no es uniforme en Iberoamérica dado que el desarrollo de las ICC es heterogéneo en cada país. De acuerdo con las encuestas realizadas a los funcionarios públicos de los Ministerios de Cultura o afines y a las publicaciones oficiales, y teniendo en cuenta las dificultades para medir el empleo cultural y hacer comparaciones entre países como lo recalca Cifuentes (2016)7, la producción de las ICC de Brasil, Argentina y México fue mayor en comparación con otros países sin el tejido productivo e institucional necesario para ello. Mientras que Argentina, Chile y República Dominicana serían los países en donde las ICC generaron más puestos de trabajo. Las posibilidades que ofrecen las ICC para Iberoamérica se ven reflejadas en el contexto global y sustentadas en la diversidad cultural regional.

Panorama gráfico del sector cultural iberoamericano

El objetivo de este capítulo es contribuir a conocer el estado actual de la institucionalidad de la cultura en los países de Iberoamérica, en particular en lo concerniente a las industrias culturales y creativas. Por institucionalidad de la cultura se refiere a los organismos nacionales responsables del sector como ministerios, secretarías o consejos. En particular, se presta atención a sus propias estructuras y organigramas, a la conceptualización del sector y los subsectores incluidos dentro de las industrias culturales y creativas, a las formas de producción de conocimiento e información y a la articulación y cooperación con instancias nacionales e internacionales. También, para empezar, se realizará un breve repaso histórico-institucional de los países involucrados en el estudio buscando identificar tendencias que en algunos casos se encuentran todavía vigentes.

Las instituciones de hoy, sea cual fuere el sector de su especialización, no operan en un tiempo-espacio vacío, sino que son producto de un devenir histórico que en muchos casos sedimenta las bases desde donde funcionan en el presente. Esto ocurre tanto en las dimensiones formales-materiales (marcos legales, normas), las culturales-políticas (valores colectivos, modelos político-económicos) y las humanas (personas y equipos a cargo de su gestión). En otras palabras, las instituciones no son espacios neutros, sino que responden a anclajes históricos, a momentos y demandas específicas, a posibilidades materiales y a ideales sociales que en  muchos casos definen su propia gestión. Las instituciones no son entonces únicamente edificios y marcos legales, sino que están dirigidas por personas y gestionadas por equipos que operan desde a la vez que intervienen sobre sus propios horizontes históricos. Están, de este modo, atravesadas por disputas simbólicas en cuanto a los modelos ideales de sujetos, de vínculos sociales o de país. Por ello, antes de pasar al análisis de las instituciones nacionales de la cultura en sus estados actuales es necesario revisar, aun de modo somero, su historia reciente. Así, a partir de un rápido rastreo histórico-institucional, es posible notar tres tendencias que han marcado la institucionalidad del sector desde sus inicios y que aún hoy, en mayor o menor medida, lo definen: 1) la volatilidad y fragilidad, 2) la adquisición de un mayor rango, y 3) la agrupación y autonomía.

En los países iberoamericanos no existe un consenso en la conceptualización del sector y se puede decir que esta responde a cuerpos teóricos o decisiones políticas distintas que habría que rastrear para cada caso. Podemos dividir los países en cuatro grupos. Mientras que Bolivia, Cuba, Colombia, El Salvador, Paraguay y Perú utilizan el concepto “industrias culturales”, Argentina y Uruguay se refieren a “industrias creativas”. En Guatemala, Panamá, República Dominicana y España ambos términos se usan de modo indistinto —aunque en España el nombre oficial de la dirección es de industrias culturales—; en Brasil se usa “economía de la cultura”, y en Chile, “economía creativa”. Costa Rica emplea el mismo término que Chile o también “economía naranja”. Ecuador y Honduras prefieren el término “emprendimientos culturales”, y Portugal, “sector creativo”. Cabe destacar en la mayoría de países el peso y la influencia de los organismos  internacionales como la Unesco o la Unctad para la definición del sector, desde donde países como Brasil, Chile, Colombia, El Salvador y otros, se refieren de modo conceptual; o la Unión Europea y el Libro verde de las industrias culturales y creativas (2010), desde el cual España indica tomar la referencia conceptual.

Institucionalidad de la industrias culturales y creativas

El objetivo de este capítulo es tratar las políticas para el desarrollo de las industrias culturales y creativas prestando especial atención a lo que ocurre en los países iberoamericanos. Para ello se ha dividido el capítulo en tres secciones. En la primera, de carácter más conceptual, se identifica la naturaleza “doble” de las industrias culturales y creativas (ICC), y se menciona cómo esta premisa, que ha acompañado la reflexión del sector desde sus inicios, incide en la forma en que se piensan y aplican políticas acordes. En suma, se trata de tender a “marcar el campo” desde donde pensar, generar y ejecutar políticas públicas para el sector.

Múltiples estudios y análisis realizados en la región dan cuenta de la importancia de asumir una perspectiva de carácter integral para promover el impulso de las industrias culturales y creativas. Ello no supone que todo tenga la misma importancia o el mismo peso. Lo que interesa es destacar que el impulso del sector debe simultáneamente considerar distintos elementos a la vez que prestar atención a los contextos nacionales o regionales particulares para evaluar cuales son aquellos más urgentes. Si bien tanto “infraestructura” como “formación” o “marco normativo” son dimensiones resaltadas para el desarrollo del sector; en algunos países será necesario impulsar unas antes que otras, o requerirán mayor atención económica y política. 

Comprender la doble naturaleza de los bienes y servicios culturales y su trascendencia en el ámbito social y político ayuda a comprender la complejidad de las estrategias orientadas a promover este sector. La evidente oportunidad que ofrece el ámbito económico no debe desviar la atención sobre los múltiples enfoques y niveles que deben contener las políticas, planes, estrategias y programas orientados a su desarrollo. Por ello, reflexionar sobre los componentes que deben ser  considerados en el debate, diseño e implementación de dichas políticas, es fundamental para garantizar una mirada integral.

Políticas para el desarrollo de las industrias culturales y creativas

En las últimas décadas, las comunicaciones y las relaciones entre los individuos se han visto transformadas por la llegada de internet y de las nuevas TIC. Aun cuando no se trata de un concepto cerrado sino en constante evolución, se pueden entender las TIC como un conjunto de recursos que se emplean para manejar información y tienen una naturaleza vinculada con la comunicación. Un ejemplo de las TIC son los terminales de acceso, como pueden ser los ordenadores personales, los teléfonos móviles o la televisión, y las redes de distribución de la información: redes de telefonía, de televisión o la conexión a internet, por ejemplo. Por medio de estas redes se ofrecen servicios relacionados con el entretenimiento, recursos formativos, de gestión, mensajería y de otros diversos tipos.

Las TIC han abierto un nuevo ámbito para las relaciones entre los individuos que va más allá del mundo físico, dando lugar a una sociedad virtual que existe en un espacio-tiempo diferente. El sector cultural no ha sido ajeno a este proceso, en el que emergen nuevos modelos de negocios y formas inéditas de consumir, producir, distribuir, difundir y compartir los contenidos culturales. Están sucediendo transformaciones radicales en la manera habitual de hacer las cosas que apuntan a una reorganización profunda del sector cultural y traen aparejados nuevos desafíos.

La aparición de las TIC implica una considerable reducción de costes operativos, en especial para la industria editorial, musical y audiovisual, por el gran abaratamiento de costes variables asociados al almacenamiento, transporte y distribución de productos como libros, videos o discos. Las economías de gran escala que se alcanzan mediante la venta de productos en línea también redundan en ventajas para los usuarios, dada la reducción de los precios y ante la posibilidad de hacer más eficiente su consumo a través de la compra de contenidos fraccionados y el consumo por contenido.

Las TIC y los medios digitales en Iberoamérica: un nuevo campo de deate para la cultura

En el presente apartado encontrarás información de referencia detallada utilizada en el estudio, como la bibliografía, además de todos los anexos a los que se hizo alusión en el estudio.

Bibliografía y Anexos

Estudio Comparativo de Cultura y Desarrollo en Iberoamérica

Resumen Ejecutivo

Conclusiones